

Mi abuelo, cuando era pequeño, se cogía una gorra y se iba a la cuadra a coger los burros para ir a arar.
Después de arar, a casi todos los niños les daban una naranja, a mi abuelo sí se la daban.
Mi abuelo... mi abuelo no trabajaba para nadie, sólo para la familia.
Lo que más me impactó de lo que me contó mi abuelo era que por Reyes les regalaban una naranja.
Con todo lo que me contó mi abuelo me sorprendí. Ahora no nos podemos quejar, rechazamos las naranjas, tenemos ´´lujos`` para Reyes. La verdad que mi abuelo dice es que, comparando un niño de ahora con un niño de antes, nosotros somos unos reyes.
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